Miguel Cantos Díaz*
En el marco de la
Gira Política Nacional
que la
Dirección de la JCE está emprendiendo, creemos necesario plantear determinadas reflexiones sobre el accionar de las y
los comunistas en el actual proceso político, específicamente en el
desarrollo correcto de nuestra política de alianzas que nos
permita generar
una fuerte influencia en los diversos sectores
de la sociedad,
y el cual sea el impulso estratégico para afianzar la unidad de las izquierdas en esta nueva etapa que afronta el
país, y donde le corresponden a la JCE contribuir en un fuerte proceso de
unidad democrática y
antiimperialista, como parte fundamental de la lucha del Partido desde el frente juvenil, para alcanzar los objetivos
de
la Revolución Nacional Democrática (RND),como parte de la estrategia de la revolución ecuatoriana.
El Comité Central
de la JCE, reunido en su I
Pleno, en la ciudad de Esmeraldas el 25 de enero del
2014, planteó una serie
de
desafíos
en
este
año, con el objetivo
de
fortalecer a la Juventud
Comunista en una organización de masas, de cuadros y
combate con influencia política nacional y estructura orgánica en
todas sus provincias. Durante estos meses hemos visitados varias provincias
del país, y reunido
con nuestra
militancia comunista y con
varias
organizaciones fraternas
y
sectores de
la clase
obrera.
Ante las actuales circunstancias que atraviesa Ecuador, es claro que las fuerzas políticas que impulsan este proceso no han logrado una efectiva coherencia política que logre unificar la lucha por la radicalización del proceso. Las distintas fuerzas sociales y de izquierda no hemos podido
durante estos años
cristalizar una efectiva estrategia de unidad, debido a determinados escenarios
políticos que en estos últimos años se han presentado, esencialmente en cuanto al impulso de la
clase trabajadora
en ser un motor esencial en este proceso y en la constitución del
Poder Popular.
El Partido Comunista del Ecuador ha venido insistiendo desde hace muchos años, la conformación
de un
instrumento de lucha y
de combate que unifique la acción de las diversas fuerzas
revolucionarias,
que
permita articular
las distintas expresiones organizadas del pueblo, valore
críticamente la gestión del gobierno, e impulse la lucha de los sectores populares para enrumbar el actual proceso político hacia el Socialismo y la liberación de nuestro país de la dominación imperialista.
Con la llegada
del gobierno de Rafael Correa,
la
correlación
de fuerzas ha cambiado en
el país. El
Partido Comunista del Ecuador suscribió un
Acuerdo Político con
el entonces llamado Movimiento País y con el candidato Rafael Correa el 31 de julio del 2006, en dicho compromiso político se llama a impulsar determinados ejes de transformación
en la sociedad ecuatoriana entre los que se destacan principalmente:
la no renovación del Convenio con EE.UU. sobre
la Base de Manta, el
impulsar un verdadero proceso de reforma y desarrollo agrario, la restitución, precisión y garantías de los
derechos de
las
y los trabajadores,
entre otros.
Luego de 7 años el país ha logrado, sin escatimar dudas, un mayor crecimiento en la economía del
país, determinados avances mediante
reformas sociales,
no se
puede desconocer
el mejoramiento
de las condiciones de vida del pueblo ecuatoriano,
y
el impulso a una soberanía plena que deje de
acatar recetas del
Fondo Monetario Internacional.
El gobierno
nacional ha cumplido parte de los anhelos y reivindicaciones del pueblo ecuatoriano, como fue la salida de la Base norteamericana de Manta, la cual ha sido una lucha de todos los sectores populares y
de las organizaciones de izquierda, así como el negarse a firmar el TLC y
la renegociación de deuda externa, planteamientos que fueron
impuestos a sangre y
dolor al pueblo ecuatoriano por la grandes oligarquías que se enquistaron en el Estado siguiendo los mandatos del
imperialismo y sus transnacionales económicas y políticas.
La revolución ciudadana en estos años, ha creado un proceso de profundos cambios sociales y
políticos, la construcción de una nueva Constitución política en el 2008,
fue
producto de una
acumulación histórica
de las luchas sociales del país en los últimos 30 años, así como la lucha contra
la corrupción, la recuperación de la soberanía, la integración latinoamericana, y el reconocimiento
de los derechos la naturaleza. Pero a pesar de estos avances sociales creemos que es necesario
impulsar una
mayor organización
de la población a fin de impulsar un
verdadero proyecto
revolucionario para la construcción del Socialismo en nuestro país. Ante esto, creemos que es necesario y fundamental
impulsar determinados ejes puntuales para radicalizar este proceso,
principalmente en cuanto
a las
reformas laborales, la tenencia de la tierra, la distribución equitativa
de la
riqueza y el desarrollo productivo del país en
beneficio de los sectores populares. Es necesario
que el gobierno impulse estas
propuestas
con una mayor
participación de las organizaciones
obreras en el país, de los sectores campesinos,
de las fuerzas de izquierda. Estos cuatro años son fundamentales para la radicalización del proceso político
que
vive el país, y es definitorio estos tiempos para
su avance revolucionario
o su
estancamiento.
Es necesario cambiar la correlación de fuerzas en la sociedad ecuatoriana,
las izquierdas tienen
que
confluir en una fuerte unidad de
acción,
fortaleciendo
el debate y la movilización de
los
sectores populares, creando un programa político unitario, dejando a un lado las diferencias tácticas y el
sectarismo, y desarrollar
verdaderos espacios de
expresión popular, con una
coherencia
ideológica y con el objetivo común de crear un proceso incluyente que platee un verdadero avance político,
que
determine mayores políticas públicas en favor de los
grandes sectores populares.
Organización Barrial
Nuestro reto está en robustecer la organización barrial a pesar de su
heterogeneidad en su composición social
y
sus
altibajos
en
la reivindicación de sus
luchas,
no podemos limitar
su
participación en
momentos de
elecciones, tenemos que
conducir sus demandas mediante
propuestas y movilizaciones sin ningún tipo de
demagogia.
Movimiento obrero
La crisis del capitalismo, los golpes políticos y económicos del imperialismo en América Latina y
la crisis política generadas en nuestro país desde el 99, generó una despolitización de la sociedad,
una desconfianza en los partidos políticos en su conjunto, que afectó moralmente a las izquierdas;
lo que provocó una desorganización
política y gremial en la clase obrera, y en sus organismos
sindicales, que a pesar del actual proceso político que vive el país, no han logrado catalizar las
demandas de los trabajadores, tal es el caso del parco pronunciamiento de las centrales sindicales del
País frente al proyecto de reforma al código laboral.
La Confederación
de Trabajadores del Ecuador CTE a pesar de las dificultades
políticas,
ha
abierto obligatoriamente ese debate, tan
necesario desde sus bases y volcar
a los y las trabajadoras a plantear
una propuesta de carácter revolucionario.
En el último
Comité Ejecutivo Nacional de la CTE, reunido en enero del
2014, este en su documento de discusión ha señalado que: "En política laboral no se percibe una orientación clara para definir en la coherencia política y estructural una política de Estado de intervención directa de
los trabajadores en el aporte cualitativo del proceso, son los sectores económicos
los
que en la particularidad se constituyen como los generadores de un cambio, particularmente los sectores que se identifican con la producción, el comercio, la banca que siguen consolidando sus
economías; en contraposición, el sector
laboral que se ve seriamente amenazado con constantes despidos y
entorpecimiento de acciones administrativas de fácil solución:
Contratos Colectivos e inscripciones de las directivas, la
eliminación de la tercerización y la precarización laboral es un hecho legal, sin
embargo persisten
estas prácticas."
Creemos fundamental que no puede existir un nuevo código de relaciones laborales o de trabajo
sin
su socialización, debate, análisis y participación de las y los trabajadores. La población
ecuatoriana tiene que debatir si en realidad es un beneficio la
mensualización de los salarios, la sectorialización de los sindicatos y la creación de sindicatos nacionales por áreas de trabajo, así como la Contratación Colectiva por Rama de Actividad, según las 22 ramas establecidas para el Consejo
Nacional de
Remuneraciones CONADES.
Es así que también dentro de la definición del
Trabajo que se pretende dar en este nuevo código, creemos que los trabajadores autónomos tienen que estar dentro de este
código, que a pesar del hecho de ser trabajadores sin ninguna relación
de dependencia, son parte importante en el desarrollo económico de las ciudades, es preciso que se establezcan condiciones de
seguridad y
distribución dentro
de
los espacios públicos, así
como sanciones
para quienes
no permitan
el trabajo autónomo o
confisquen
sus
productos, además creemos
que
este sector
puede ser
organizado a pesar
de no mantener
un espacio físico o de concentración
referencial, pero que si pueda
ser organizado mediante la figura de asociaciones y que estás puedan afiliarse a las centrales sindicales.
Este proyecto que pretende incluir sectores excluidos,
como los trabajos no remunerados,
como el de las amas de casa, los pequeños agricultores,
pescadores, obreros de construcción; de igual forma los trabajadores autónomos tienen que ser
incluidos en el nuevo Código de Trabajo, así como del goce de la
universalización de
la seguridad social.
Ley de Tierras
La juventud Comunista del Ecuador señala que para el real compromiso del Estado en plantear una verdadera reforma agraria es necesario abrir un mayor debate, movilización y exigencias en cuanto
al proyecto de Ley de Tierras, las organizaciones campesinas, sociales y las universidades tiene que
plantear criterios y propuestas ante la Comisión de Soberanía Alimentaria, principalmente ahora
que
se abre el debate al
interior de la comisión sobre la separación del tema de tierras sobre el
asunto de territorios para que esta, sea incluida en la Ley de Comunas, proyecto de ley que está a cargo la Comisión
de Derechos
Colectivos de la Asamblea Nacional. Aquí
se está
hablando claramente sobre el papel de la propiedad privada y la propiedad
comunal y se pone en juego las relaciones sociales de producción en la agricultura ecuatoriana, debido a que la propiedad privada
de la
tierra está ligada a determinados cultivos permanentes como el banano, la caña de azúcar, la
palma o la ganadería, ante esto es fundamental plantear una normativa de
carácter revolucionario
sobre el uso y acceso
equitativo de la
tierra,
tal y como lo
plantea el art. 282 de
la Constitución.
Nuestro compromiso está en abrir esa discusión en temas esenciales como el problema del latifundio, el cumplimiento de la
función social y ambiental
de
la
tierra y la reversión o expropiación de
la tierra deficientemente cultivada y sin ninguna función social.
En este punto, es fundamental resaltar el logro de
nuestro Partido en haber recuperado la dirección de la Federación de
Trabajadores del Litoral FTAL, que por años dejó de ser
un referente de lucha y que
hoy mediante una acertada política,
la juventud
y el Partido puedan generar una efectiva
orientación clasista
y revolucionaria, entre
los
sectores campesinos.
Las tesis del Partido impulsadas en su XV Congreso son claras en este aspecto: "El trabajo del Partido en los frentes de masas, exige conjugar las luchas inmediatas de los Trabajadores de la ciudad
y el
campo por sus intereses inmediatos, y ligarlos con la lucha política para poder
construir el Partido
en el seno de ellas. Con toda razón se dice que las masas son para el Partido, lo que el agua
es para los peces. Es en medio de ellas que nuestra
política se hace realidad y, de ellas salen los futuros cuadros y
militantes del Partido. Fuera
de las masas,
el Partido no tendrá
ninguna capacidad organizativa
ni
movilizadora"
El Frente
de Liberación Social y Nacional, instrumento de lucha y combate
La unidad
de las izquierdas es un imperativo
en las
actuales condiciones que vive
el país, no podemos permitir
que se frene su desarrollo,
es
necesario
consolidarlo
haciendo un llamado a cada una de las
fuerzas
políticas que
impulsan
la
luchan
por la transformación
revolucionaria
del Ecuador, con el
fin de unificar criterios en la construcción de una estructura que
no solo
sea
concebida
como un organismo electoral sino como
un gran instrumento político de
carácter amplio, clasista y popular que dispute el poder, que reafirme las condiciones necesarias para la
radicalización de
este
proceso
denominado
como
revolución ciudadana.
El Partido Comunista del Ecuador, es claro en su postura frente al Gobierno, evaluar de forma
crítica su gestión,
movilizar, exigir y plantear propuestas de carácter revolucionario para corregir y consolidar este proceso,
en el cual las fuerzas sociales y políticas tracen lineamientos específicos
para alcanzar sus conquistas.
Frente a esto, nuestro Partido considera la necesidad imperativa de "forjar un instrumento de lucha y de combate que
una a todas las fuerzas antiimperialistas, democráticas y patrióticas en la
lucha por la Revolución Nacional Democrática, camino que ha de llevarnos
al socialismo. Este instrumento
político es el FRENTE DE LIBERACIÓNSOCIAL Y
NACIONAL el ejército político de la revolución ecuatoriana.
Este frente será la alianza de todas las fuerzas sociales que estén dispuestas a cambiar la correlación de fuerzas de clase, a constituir
el Gobierno Revolucionario, Democrático, Popular y Patriótico; será la
fuerza
que respalde las
medidas de ese gobierno para llevar a feliz
término el proceso de Liberación
Social y Nacional”. (1)
Esta es la tarea
esencial de las y los comunistas en las circunstancias actuales, construir
el FRENTE DE LIBERACIÓN SOCIAL Y NACIONAL, y concebirlo como "una alianza real y efectiva de todo el
pueblo, un gran movimiento popular
y no una simple alianza burocrática y coyuntural entre distintos partidos, organizaciones o dirigentes". Ante esta
situación actual que vive el Ecuador, estamos en el
compromiso y desafío de
crear las condiciones orgánicas y políticas esenciales para conducir este
proceso político hacia el Socialismo, esto nos exige una mayor acumulación de fuerzas y un mayor grado de influencia en
todos los sectores de la sociedad. Nuestro Partido tiene
que
ser "capaz
de articular la construcción de amplios frentes y alianzas políticas actuando en las esferas del gobierno,
parlamento e instituciones sectoriales,
capaz de organizar, impulsar y dirigir las luchas de las masas, actuando con firmeza en el campo de la lucha ideolóqica".
Pero esencialmente,
el FRENTE DE LIBERACIÓN
SOCIAL Y NACIONAL, tiene que ser la expresión de unidad
del movimiento sindical y campesino, no
puede proyectarse dentro
de nuestros objetivos solamente la unidad de partidos, movimientos sociales o la participación electoral;
tenemos que
crear las condiciones necesarias que
demanda el
momento histórico, impulsando una plataforma de
lucha amplia, unitaria, revolucionaria,
que
dispute el poder político
y evolucione en el desarrollo de la sociedad
ecuatoriana.
Lo que
también
nos lleva
a ser
determinantes en nuestra posición
frente a aquellos
grupos o partidos políticos que se hacen
llamar
de izquierda pero que
mantienen
una labor disgregadora, divisionista y anticomunista en las diferentes esferas de acción política. Al Partido Comunista se lo ha pretendido golpear en varias ocasiones sin conseguirlo. Aquellos adversarios que se han enquistados en determinados sectores del
gobierno, han maniobrado para
desorientar
a las
bases,
envenenando a los trabajadores y creando contradicciones políticas entre la pequeña burguesía
urbana radicalizada que
apoya categóricos avances políticos del actual gobierno. Con aquellos elementos que dicen abrazar las banderas del socialismo, pero que en sus
prácticas reformistas,
dispersan y fragmentan
la unidad de los sectores populares, y más bien
fortalecen a la derecha, en ningún caso podemos plantearnos una unidad, y frente a esto tenemos que combatirlos y desenmascararlos en
la
lucha diaria desde las universidades, los sindicatos
y
desde los movimientos sociales.
La JCE tiene que fortalecer la línea política del Partido en todos los sectores
juveniles y populares, mediante
la organización de instrumentos colectivos de dirección que aglutinen a las diversas fuerzas populares y políticas revolucionarias, como paso
inicial en la construcción del Frente de
Liberación Nacional,
tenemos que crear
las condiciones de debate
al interior
de nuestra organización hacia la conformación de este Frente, y su papel estratégico en la lucha actual, para
avanzar hacia ese proceso de Liberación Social y Nacional que los comunistas propugnamos en esta
etapa histórica del país, y que demanda la Revolución Nacional Democrática en la sociedad
ecuatoriana.
La construcción de una
efectiva Plataforma de Lucha de la JCE, es fundamental en las actuales
circunstancias políticas, esta tiene que recoger las reivindicaciones de la juventud y la sociedad
en su conjunto, esta plataforma tiene que platear
respuestas frente al problema de la reforma
universitaria, al impulso de una verdadera reforma agraria, la reivindicación de los derechos de las y los trabajadores, la formulación de un
nuevo modelo de gestión
económica, basado en el control
obrero y social sobre la producción ante la propuesta del estado en cuanto al cambio de la matriz
productiva, entre otros temas; así como,
crear una fuerte estrategia para incorporar a nuestros cuadros y
militancia en los diversos frentes y organizaciones de masas, que generen presencia e
incidencia
política,
para el avance de nuestro
Partido
y
la
construcción
de
este instrumento unitario, que lleve al
pueblo ecuatoriano hacia la victoria final.
(1) Partido Comunista del Ecuador, Programa
del PCE, XV Congreso,
enero 2011.
*Secretario de Organización del C.C.
de la juventud Comunista del Ecuador
Publicado en El Pueblo, edición de Mayo y Junio
del 2014
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