Pp Regato.
A nueve años del proceso de la Revolución Ciudadana es importante reflexionar sobre aspectos de gran importancia que apuntalen y consoliden, que mejoren y/o rectifiquen lo caminado, y al mismo tiempo cumplan expectativas de sectores muy respetables de la población. Me refiero en este caso a la cultura y al arte.
Decía Bolívar que más nos han sometido por la ignorancia que por las armas; José Martí afirmó que ser cultos es la única forma de ser libres; Eloy Alfaro creó los colegios normales e incorporó a la mujer al quehacer educativo. El Presidente Correa impulsa la revolución del conocimiento. Distintas épocas, diferentes actores, el mismo norte.
Bueno que se haya creado el Ministerio de Cultura. Malo que hayamos tenido siete u ocho ministros, sin poderse consolidar una política de Estado al respecto. Malo que él o los proyectos de Ley de Cultura, dormidos en la Asamblea por tantos años, no hayan merecido el conocimiento, discusión y aportes de los intelectuales y creadores ecuatorianos, muchos de los cuales gozan de merecido prestigio internacional. Dos botones como muestra: Raúl Pérez Torres, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana es Premio Casa de las Américas; y el Maestro Edgar Palacios es considerado entre los mejores exponentes del arte musical a nivel universal.
El movimiento integrador que vive Nuestra América incluye el arte y la cultura, en cuyo espíritu se formó el ALBA Cultural, que se desarrolla en distintos países como ALBA Movimientos y que impulsa la solidaridad de América Latina y el Caribe, resaltando los valores de nuestra historia y de las culturas existentes y las artes populares. Los movimientos sociales de la cultura, a nivel internacional, venimos rescatando espacios de mayor incidencia en los actuales proceso, siguiendo, en el caso ecuatoriano, las huellas de nuestros mayores, Benjamín Carrión, Oswaldo Guayasamín, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera malta, Enrique Gil Gilbert, Nela Martínez, Alfredo Vera Vera, María Luisa de la Torre y tantos otros que al fragor de la Revolución del 28 de mayo de 1.944 concibieron y crearon la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Nuestra Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” está llamada a jugar un gran papel integrador en este proceso y a resaltar e impulsar los más valiosos talentos y aptitudes de nuestros pueblos. Es por eso preocupante, por decir lo menos, ciertos rumores lanzados de que la nueva Ley desmembraría a la CCE Matriz y Núcleos, lo cual sería un atentado contra nuestra historia cultural y un exquisito bocado para los enemigos de los procesos que viven Ecuador y América Latina.
Pp. Regato
Secretario de la RED de Intelectuales, capítulo Ecuador.
Representante ALBA Cultural – Ecuador.
Ex Secretario General de la CCE