Entrevista a Gustavo Iturralde, Ex-Secretario General del Partido Comunista del Ecuador, uno de los sobrevivientes de la masacre universitaria - Partido Comunista del Ecuador

nada

martes, 29 de mayo de 2018

Entrevista a Gustavo Iturralde, Ex-Secretario General del Partido Comunista del Ecuador, uno de los sobrevivientes de la masacre universitaria



(Entrevista realizada el 2013 por Miguel Cantos)
Este 29 de mayo se recuerdan 44 años de una de las más importantes luchas de los estudiantes por la democratización y el libre ingreso a la universidad. En mayo de 1969 una revuelta conformada por estudiantes secundarios y universitarios luchaban para suprimir los exámenes de ingreso a la Universidad de Guayaquil, terminando en una terrible masacre, donde mueren de 30 estudiantes, cuando la fuerza pública desalojaba las instalaciones de la Casona Universitaria.

Entre los cómplices de la matanza se encontraban el Consejo Universitario de aquel entonces, el Gobernador de la provincia y los denominados “Carabineros”, quienes dotados de armas dispararon y desalojaron a los estudiantes en la Casona Universitaria. Todos ellos a órdenes del gobierno de Velasco Ibarra.

¿Cómo se encontraba Ecuador a fines de la década del 60?
La economía del país en el año 67 - 68 comenzó a cambiar de una manera significativa, de ser una población fundamentalmente rural paso a ser una población urbana, entonces ello significó la llegada de muchos jóvenes del campo hacia la ciudad; porque además, en los campos iba creciendo la educación, ya había colegios en los campos, etc. Entonces esa realidad chocó contra una universidad que era para nosotros una minoría.

No hay q olvidar que el año 69 prácticamente la Universidad de Guayaquil era la única universidad que existía en la ciudad, entonces los hijos de la burguesía, los hijos de las capas de medias y esporádicamente algún hijo de trabajador estudiaba en la Universidad de Guayaquil.

Y el mecanismo para ir filtrando esa población estudiantil era el establecimiento de los exámenes de ingreso, en donde había un marcado sentido de clase. En algunas de las facultades, pertenecer a una de las familias de la burguesía era casi tener asegurado el ingreso; por más que los exámenes eran anónimos, uno no ponía su nombre sino un número.

Yo había ingresado a la universidad en el año 66, entonces aprobé los exámenes de ingreso, pero las gentes veían que era un mecanismo de discriminación. En la carrera de Derecho por ejemplo, había unos cuestionarios que daban y había que saber sobre la división territorial de África en Geografía Universal. Era una época en que los países africanos se estaban liberando prácticamente todos los días, entonces teníamos que estar actualizados y esto no tenía nada q ver con la jurisprudencia.

Eso fue creando un ambiente de descontento, no tanto de la FEUE, porque realmente la FEUE fue un organismo que los tuvimos en contra porque los manejaba la derecha en Guayaquil, sino a través de la FESE que la dirigía un compañero de la Juventud Comunista del Ecuador, llamado Jaime Soriano. A través de él se implementaron las primeras jornadas en el colegio César Borja Lavayen. Jornadas que comenzaron por los primeros días de enero de 1969.

Planteadas las cosas los medios de comunicación grandes y la oligarquía de Guayaquil se lanzaron en contra. El gobierno, era un gobierno de Velasco Ibarra, un gobierno dictatorial que a través de su gobernador, las fuerzas policiales y militares también estaban en contra de los estudiantes. Era una lucha sumamente intensa, que duro desde enero hasta mayo en donde en el interior de la universidad también se empezó marcando los campos.
La FEUE en manos de la derecha se resistía a dar ese respaldo, incluso ahí tuvimos un grupo que se llamaban “los carabineros”, que era gente de derecha armada que en las facultades permanecían para impedir que bachilleres y estudiantes universitarios que estábamos con el movimiento llegáramos allá. Pero fue una lucha sumamente dura, prácticamente tuvimos que vivir en la Ciudadela Universitaria, en la Casona Universitaria durante 4 meses. Fue una lucha por la democratización realmente, porque la Universidad de Guayaquil en ese momento tenía 5000 estudiantes en todas sus carreras.

¿Las autoridades de la universidad no estaban de acuerdo con la abolición de los exámenes de ingreso?
Si la mayor parte de los decanos, el rector no estaba de acuerdo. Hubo renuncias, decanos en el rectorado, fue una época en que se desestabilizó la administración universitaria y terminó con una petición del mismo consejo universitario de que se procesa el desalojo de los bachilleres.

Cuál era el argumento de las autoridades
Que ellos tenían simplemente que someterse a los exámenes de ingreso, nada más.

¿Existía algún tipo de discriminación por su condición económica?
Más por los apellidos, era una situación incómoda. Los apellidos tenían mucho que ver, los mismos profesores. En Jurisprudencia eran abogados fundamentalmente al servicio de la oligarquía, unos muy buenos profesionales con buena formación etc., pero sus intereses de clase y sus intereses profesionales estaban vinculados con la derecha. Nosotros no logramos creo que ni 20 profesores de la universidad firmaran una adhesión al movimiento, fundamentalmente firmaron los que eran del Partido Comunista del Ecuador; porque si ustedes revisan la lista de los detenidos y de todos los que participaron ahí, el único grupo político que asumió la conducción política de eso fue la Juventud Comunista, tanto así que de los detenidos una gran cantidad eran miembros de la JCE. Habían muchachos de inclinaciones de izquierda, pero así como de los otros partidos tradicionales de izquierda no había ninguno.

Fue una lucha en realidad por la democracia que debía reflejarse también en el interior de la universidad.

El problema de la eliminación de los exámenes de ingreso era un problema solo en Guayaquil, o era un problema en las otras universidades del país

Como movimiento solo en la Universidad de Guayaquil. Hubo manifestaciones y después de la masacre del 29 de mayo, más bien otras universidades fueron más ligeras en abolir los exámenes de ingreso. En la Universidad de Guayaquil, después de la masacre, todavía no se querían abolir; dijeron que para el próximo curso lectivo. Entonces siempre fue el centro de la cuestión política, y no fueron tan asequibles las autoridades, ahí solamente dos delegados estudiantiles se opusieron a la petición de desalojo, que uno de ellos falleció y el otro es actualmente el Decano de la Facultad de Arquitectura, pero ya no defiende esas mismas posiciones.

Hay hubo tragedias, el presidente de la FEUE filial Guayas se suicidó, porque él era un hombre de origen humilde, pero que había estado siempre al servicio del velasquismo; y cuando el movimiento se desarrolla, el presidente de la FEUE se convenció de que el movimiento era justo, pero sus compañeros no lo concebían así, entonces comenzó a vivir una verdadera tragedia, entre pensar en que aquello que por lo que nosotros luchábamos era correcto y su soporte político en la universidad que era totalmente contrario; y que no solamente era contrario en opinión sino en acciones, con los llamados carabineros.

Ahí tuvimos que recurrir a todas las formas de lucha para mantener esa cosa, entonces él, no soporto esta situación y se suicidó. En la FEUE teníamos algunos vocales al comité ejecutivo, en esa época la FEUE funcionaba como un organismo democrático, el local de la FEUE era en la Casona Universitaria, entonces nosotros teníamos ayuda, ahí hubo un presidente de la FEUE encargado que era de los vocales puestos por nosotros, que era el delegado estudiantil de Arquitectura.

El Movimiento que se va organizando con estudiantes de la FESE y universitarios, tomó alguna acción para tratar de que el Gobierno tomara alguna posición, o el Gobierno apoyó a las autoridades universitarias.
Claro, de todas maneras había el principio de la autonomía universitaria, entonces el gobierno decía que ellos los que estaban haciendo era poner orden a la ciudad, evitar desmanes, etc. Pero el Vice Presidente de la República, el Dr. Jorge Zavala Baquerizo, como era un hombre de universidad; entonces él fue el mismo día 29 de mayo a pedirnos que desalojáramos, que él ya sabía que había la orden y que salgáramos pacíficamente para evitar violencia. En realidad nadie pensaba que íbamos a tener un desalojo de esa naturaleza. Nosotros hasta teníamos preparados una declaración escrita diciendo que protestábamos por la violencia, por la autonomía universitaria, pero fue en realidad un desalojo a sangre y fuego.

EN QUE MOMENTO SE COMIENZA A COMPLICAR LA SITUACIÓN DURANTE LOS PRIMEROS MESES DEL 1969
Ahí hubieron distintos momentos, la cuestión siempre se planteó complicada, nunca hubo posibilidades ni de conversar. Alguna vez se secuestró al Consejo Universitario en una sesión que hubo en la Casona. El asunto fue complicado desde el principio, nos tomamos la Ciudadela Universitaria, ahí estuvimos creo que unos 10 compañeros que nos tocó estar allí en medio de un cerco militar a la ciudadela. Entonces ni entraba ni salía nadie. Además había patrullas de la armada por el salado, algún compañero se pasaba todas noches llevándonos un poco de comida, etc.

Un día nos llevaron comida en una ambulancia, como que alguien se había enfermado; entonces dejaron entrar a la ambulancia. Fue una lucha muy intensa, en esa época la universidad tenía tres centros que eran la Ciudadela, la casona y la boca del pozo, donde ahora está la ESPOL, eso era también de la Universidad de Guayaquil, además de tener a los medios de comunicación en contra.
La campaña fue tan aguda que la Juventud Comunista del Ecuador con el respaldo del Partido Comunista contrata un espacio de televisión en Canal 4 TELESISTEMA, para que tres dirigentes de la JCE, hablaran ante la opinión pública para explicar lo que realmente estaba ocurriendo. Las calumnias y las mentiras eran una tras de otra. El famoso gallo del cerro, Alberto Borges, era uno de los que más nos daba en contra; él era uno de los que más nos combatía todas las noches en el noticiero que era bastante visto.

De los militantes del Partido Comunista, quienes participaron en las protestas.
Está Winston Alarcón, Esmeraldas Gómez, María Espinoza que ya falleció, Yolanda Espinoza, hay una lista que fue publicada. En realidad la mayor parte era gente de la Juventud Comunista. De quienes estaban allí y ahora somos dirigentes estaban Winston, Esmeraldas y yo.

Winston era bachiller, yo ya era estudiante de la Facultad de Jurisprudencia. Winston era dirigente de la FESE, ya era miembro de la Juventud Comunista. Con él se va escribiendo una canción que hicimos allá en la penitenciaría dedicada al 29 de mayo.

Cuáles son los hechos que se dan ese 29 de Mayo
Ya se venía rumorando que con la orden que había dado el Consejo Universitario prácticamente se esperaba de un momento a otro el desalojo en la Casona. Además de la visita del vicepresidente Zavala Baquerizo como a las 2 de la tarde. En realidad nosotros teníamos armas, había que defenderse, entonces para que no vaya a usarse eso como un argumento, sacamos todas las armas de la Casona más o menos como a las 5 o 6 de la tarde y el desalojo se produjo como a las 12 de la noche, con los paracaidistas, que en esa época se estrenaban como cuerpo militar.

En buena hora mantuvimos la calma, logramos que toda la gente esté agrupada por un lado, me acuerdo que yo les hablé, y dije: “apenas veamos a todos los militares lo que tenemos que hacer es levantar las manos, ahí siente como que han vencido”. Entonces como que algunos compañeros se pusieron nerviosos, salieron corriendo; otros se perdieron. Entonces fundamentalmente de ahí vinieron los muertos, porque al verlos que salían en fuga o se escondían les disparaban por la espalda.

¿Los militares tenían la orden de matar a los estudiantes?
Ellos iban a desalojarnos, pero no tenían ningún problema en matar; y nosotros fuimos testigo de eso, al menos yo vi dos muchachos que los mataron por la espalda. Porque se pusieron nerviosos cuando nos sacaban detenidos ellos salieron corriendo hacia el hospital, y les dispararon. Y unos que se escondieron en el tumbado, los tipos entraban dando bala a los que estaban escondidos allí, y murieron algunos. Esto es una demostración de que los jóvenes comunistas siempre hemos estado a la altura de las cosas.

Luego de la masacre que sucede
Comienza a darse una especie de condena a esta masacre, y otras universidades comienzan por si solas a disponer la abolición de los exámenes de ingreso; antes que la Universidad de Guayaquil. Inclusive la casona quedo en manos de los militares, entonces nosotros hicimos una nueva asamblea con los que estuvimos detenidos algunos días. Después se hicieron algunas asambleas en la Casa de la Cultura, me recuerdo.

Pero primero el Consejo Universitario decidió abolir los exámenes pero para el próximo año lectivo, hubo que seguir la pelea hasta logras nuestro objetivo.

Ahí la Universidad de Guayaquil, pasó de 5000 estudiantes a 25000, en prácticamente cuatro años; pero creo que para efecto de la democratización de la cultura fue importante, porque muchos jóvenes llegaron a la educación universitaria y quizá no hubo las suficientes reformas internas para asimilar esas cosas, simplemente se convirtió en una cifra numérica, presupuestaria y nada más.

Hay hubieron algunas falencias, no tuvo continuidad de ese movimiento desde el punto de vista programático, desde el punto de vista de una verdadera reforma universitaria, fue un avance, pero un poco se quedó en el camino.

44 años después, cuáles son las enseñanzas de aquel movimiento de Mayo.
Hay que retomar con fuerza la tesis de la reforma universitaria, eso es urgente; los tiempos que está viviendo el país, no puede darse el lujo de que la universidad este rezagada frente a esos casos. Las universidades, si uno revisa, han pasado acontecimientos importantísimos como la Asamblea Constituyente, y las universidades casi no aportaron en nada al debate sobre estos temas, se fue abriendo camino una suerte de privatización de la educación pública con las llamadas carreras autofinanciadas que le han hecho extraviar más el camino. Hasta la década del 70 las universidades reivindicaban para la sociedad, las universidades acompañaban al pueblo en su lucha, después del 70 viene este problema que las universidades tenía que reivindicar para sí mismo; la consigna fundamental era presupuesto para las universidades. Esto ya significó un alejamiento con respecto al pueblo. El pueblo ya no sentía como propia la tesis de que haya más presupuesto para la universidad, más aún, cuando el grueso de los hijos del pueblo siguen estando fuera de las universidades.

En la década del 90 ya se tomó el camino de la privatización, ya no solamente las universidades reivindican para sí mismos, para el tema del presupuesto; sino que al no tener éxito en la demanda del presupuesto, comienza a reivindicar contra así mismo. Entonces los presupuestos que no le entregaban los gobiernos ahora los comienzan a sacar las universidades de los mismos estudiantes.
En el caso de la Universidad de Guayaquil la mitad del presupuesto de operación y desarrollo lo pagaban los alumnos y la otra mitad la pagaba el estado ecuatoriano, un porcentaje altísimo.

Ahora con la disposición de la gratuidad de la educación, nosotros vemos que si no hay dentro de cada universidad un movimiento estudiantil que tenga bien claro los objetivos, esa gratuidad se está quedando en el papel, porque fue tanto el avance que se hizo en contra de la privatización. Son aproximadamente 1600 rubros que pagaban los estudiantes en todas las universidades por distintos conceptos. Especies valoradas en la Central de cinco dólares, en la Universidad de Guayaquil de un dólar y pico.

Una de las claves para que la sociedad se desarrolle es fortalecer la educación.

¿Cuál es el papel que debe de tomar el Movimiento Estudiantil actualmente?
Creo que debe de retomar la combatividad, y sobre todo tener una plataforma de lucha muy clara. Nosotros no podemos decir que luchamos por la democratización, esa ya es una generalidad. No es posible que el movimiento estudiantil en la Universidad de Guayaquil, y en el grueso de las universidades esté en manos de la derecha. El presidente de la FEUE de Guayaquil acaba de salir electo Asambleísta por el Partido Social Cristiano (PSC). Hace años aquí intervenía directamente el Consulado de los Estados Unidos, había grupos de estudiantes financiados por el consulado estadounidense que participaban en las elecciones y a veces ganaban.

Pero la movilización, la combatividad la poníamos la gente de izquierda, entonces ahora hay un proceso de desmovilización de los estudiantes, han creado el mecanismo para burlarse de la gratuidad.

Los estudiantes terminaron siendo clientes de las universidades y no miembros de la comunidad, es decir, no bastó con la norma constitucional sino que desde adentro tiene que haber alguien, un fuerza política que realmente haga respetar y sobre todo ponga en tono con el momento histórico que vive el país.

Tenemos que ser firmes en tomar posiciones, no podemos estar tratando de pasar desapercibidos, tenemos que decir las cosas tal como son. El papel nuestro tiene que ser el de movilizar totalmente a todas esas masas estudiantiles y conducirlas a la lucha por la democratización de la universidad y la educación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario