(Entrevista realizada el 2013 por Miguel Cantos)
Este 29 de mayo se recuerdan
44 años de una de las más importantes luchas de los estudiantes por la
democratización y el libre ingreso a la universidad. En mayo de 1969 una
revuelta conformada por estudiantes secundarios y universitarios luchaban para
suprimir los exámenes de ingreso a la Universidad de Guayaquil, terminando en
una terrible masacre, donde mueren de 30 estudiantes, cuando la fuerza pública
desalojaba las instalaciones de la Casona Universitaria.
Entre los cómplices de la
matanza se encontraban el Consejo Universitario de aquel entonces, el
Gobernador de la provincia y los denominados “Carabineros”, quienes dotados de
armas dispararon y desalojaron a los estudiantes en la Casona Universitaria.
Todos ellos a órdenes del gobierno de Velasco Ibarra.
¿Cómo se encontraba Ecuador a fines de la década del 60?
La economía del país en el año
67 - 68 comenzó a cambiar de una manera significativa, de ser una población
fundamentalmente rural paso a ser una población urbana, entonces ello significó
la llegada de muchos jóvenes del campo hacia la ciudad; porque además, en los
campos iba creciendo la educación, ya había colegios en los campos, etc.
Entonces esa realidad chocó contra una universidad que era para nosotros una
minoría.
No hay q olvidar que el año 69
prácticamente la Universidad de Guayaquil era la única universidad que existía
en la ciudad, entonces los hijos de la burguesía, los hijos de las capas de
medias y esporádicamente algún hijo de trabajador estudiaba en la Universidad
de Guayaquil.
Y el mecanismo para ir
filtrando esa población estudiantil era el establecimiento de los exámenes de
ingreso, en donde había un marcado sentido de clase. En algunas de las
facultades, pertenecer a una de las familias de la burguesía era casi tener
asegurado el ingreso; por más que los exámenes eran anónimos, uno no ponía su
nombre sino un número.
Yo había ingresado a la
universidad en el año 66, entonces aprobé los exámenes de ingreso, pero las
gentes veían que era un mecanismo de discriminación. En la carrera de Derecho
por ejemplo, había unos cuestionarios que daban y había que saber sobre la
división territorial de África en Geografía Universal. Era una época en que los
países africanos se estaban liberando prácticamente todos los días, entonces
teníamos que estar actualizados y esto no tenía nada q ver con la
jurisprudencia.
Eso fue creando un ambiente de
descontento, no tanto de la FEUE, porque realmente la FEUE fue un organismo que
los tuvimos en contra porque los manejaba la derecha en Guayaquil, sino a través
de la FESE que la dirigía un compañero de la Juventud Comunista del Ecuador,
llamado Jaime Soriano. A través de él se implementaron las primeras jornadas en
el colegio César Borja Lavayen. Jornadas que comenzaron por los primeros días
de enero de 1969.
Planteadas las cosas los
medios de comunicación grandes y la oligarquía de Guayaquil se lanzaron en
contra. El gobierno, era un gobierno de Velasco Ibarra, un gobierno dictatorial
que a través de su gobernador, las fuerzas policiales y militares también
estaban en contra de los estudiantes. Era una lucha sumamente intensa, que duro
desde enero hasta mayo en donde en el interior de la universidad también se
empezó marcando los campos.
La FEUE en manos de la derecha
se resistía a dar ese respaldo, incluso ahí tuvimos un grupo que se llamaban
“los carabineros”, que era gente de derecha armada que en las facultades
permanecían para impedir que bachilleres y estudiantes universitarios que
estábamos con el movimiento llegáramos allá. Pero fue una lucha sumamente dura,
prácticamente tuvimos que vivir en la Ciudadela Universitaria, en la Casona
Universitaria durante 4 meses. Fue una lucha por la democratización realmente,
porque la Universidad de Guayaquil en ese momento tenía 5000 estudiantes en
todas sus carreras.
¿Las autoridades de la universidad no estaban de acuerdo con la
abolición de los exámenes de ingreso?
Si la mayor parte de los
decanos, el rector no estaba de acuerdo. Hubo renuncias, decanos en el
rectorado, fue una época en que se desestabilizó la administración
universitaria y terminó con una petición del mismo consejo universitario de que
se procesa el desalojo de los bachilleres.
Cuál era el argumento de las autoridades
Que ellos tenían simplemente
que someterse a los exámenes de ingreso, nada más.
¿Existía algún tipo de discriminación por su condición económica?
Más por los apellidos, era una
situación incómoda. Los apellidos tenían mucho que ver, los mismos profesores.
En Jurisprudencia eran abogados fundamentalmente al servicio de la oligarquía,
unos muy buenos profesionales con buena formación etc., pero sus intereses de
clase y sus intereses profesionales estaban vinculados con la derecha. Nosotros
no logramos creo que ni 20 profesores de la universidad firmaran una adhesión
al movimiento, fundamentalmente firmaron los que eran del Partido Comunista del
Ecuador; porque si ustedes revisan la lista de los detenidos y de todos los que
participaron ahí, el único grupo político que asumió la conducción política de
eso fue la Juventud Comunista, tanto así que de los detenidos una gran cantidad
eran miembros de la JCE. Habían muchachos de inclinaciones de izquierda, pero
así como de los otros partidos tradicionales de izquierda no había ninguno.
Fue una lucha en realidad por
la democracia que debía reflejarse también en el interior de la universidad.
El problema de la eliminación de los exámenes de ingreso era un
problema solo en Guayaquil, o era un problema en las otras universidades del
país
Como movimiento solo en la
Universidad de Guayaquil. Hubo manifestaciones y después de la masacre del 29
de mayo, más bien otras universidades fueron más ligeras en abolir los exámenes
de ingreso. En la Universidad de Guayaquil, después de la masacre, todavía no
se querían abolir; dijeron que para el próximo curso lectivo. Entonces siempre
fue el centro de la cuestión política, y no fueron tan asequibles las
autoridades, ahí solamente dos delegados estudiantiles se opusieron a la
petición de desalojo, que uno de ellos falleció y el otro es actualmente el
Decano de la Facultad de Arquitectura, pero ya no defiende esas mismas
posiciones.
Hay hubo tragedias, el
presidente de la FEUE filial Guayas se suicidó, porque él era un hombre de
origen humilde, pero que había estado siempre al servicio del velasquismo; y
cuando el movimiento se desarrolla, el presidente de la FEUE se convenció de
que el movimiento era justo, pero sus compañeros no lo concebían así, entonces
comenzó a vivir una verdadera tragedia, entre pensar en que aquello que por lo
que nosotros luchábamos era correcto y su soporte político en la universidad
que era totalmente contrario; y que no solamente era contrario en opinión sino
en acciones, con los llamados carabineros.
Ahí tuvimos que recurrir a
todas las formas de lucha para mantener esa cosa, entonces él, no soporto esta
situación y se suicidó. En la FEUE teníamos algunos vocales al comité
ejecutivo, en esa época la FEUE funcionaba como un organismo democrático, el
local de la FEUE era en la Casona Universitaria, entonces nosotros teníamos
ayuda, ahí hubo un presidente de la FEUE encargado que era de los vocales
puestos por nosotros, que era el delegado estudiantil de Arquitectura.
El Movimiento que se va organizando con estudiantes de la FESE y
universitarios, tomó alguna acción para tratar de que el Gobierno tomara alguna
posición, o el Gobierno apoyó a las autoridades universitarias.
Claro, de todas maneras había
el principio de la autonomía universitaria, entonces el gobierno decía que ellos
los que estaban haciendo era poner orden a la ciudad, evitar desmanes, etc.
Pero el Vice Presidente de la República, el Dr. Jorge Zavala Baquerizo, como
era un hombre de universidad; entonces él fue el mismo día 29 de mayo a
pedirnos que desalojáramos, que él ya sabía que había la orden y que salgáramos
pacíficamente para evitar violencia. En realidad nadie pensaba que íbamos a
tener un desalojo de esa naturaleza. Nosotros hasta teníamos preparados una
declaración escrita diciendo que protestábamos por la violencia, por la
autonomía universitaria, pero fue en realidad un desalojo a sangre y fuego.
EN QUE MOMENTO SE COMIENZA A COMPLICAR LA SITUACIÓN DURANTE LOS
PRIMEROS MESES DEL 1969
Ahí hubieron distintos
momentos, la cuestión siempre se planteó complicada, nunca hubo posibilidades
ni de conversar. Alguna vez se secuestró al Consejo Universitario en una sesión
que hubo en la Casona. El asunto fue complicado desde el principio, nos tomamos
la Ciudadela Universitaria, ahí estuvimos creo que unos 10 compañeros que nos
tocó estar allí en medio de un cerco militar a la ciudadela. Entonces ni
entraba ni salía nadie. Además había patrullas de la armada por el salado,
algún compañero se pasaba todas noches llevándonos un poco de comida, etc.
Un día nos llevaron comida en
una ambulancia, como que alguien se había enfermado; entonces dejaron entrar a
la ambulancia. Fue una lucha muy intensa, en esa época la universidad tenía
tres centros que eran la Ciudadela, la casona y la boca del pozo, donde ahora
está la ESPOL, eso era también de la Universidad de Guayaquil, además de tener
a los medios de comunicación en contra.
La campaña fue tan aguda que
la Juventud Comunista del Ecuador con el respaldo del Partido Comunista
contrata un espacio de televisión en Canal 4 TELESISTEMA, para que tres
dirigentes de la JCE, hablaran ante la opinión pública para explicar lo que
realmente estaba ocurriendo. Las calumnias y las mentiras eran una tras de
otra. El famoso gallo del cerro, Alberto Borges, era uno de los que más nos daba
en contra; él era uno de los que más nos combatía todas las noches en el
noticiero que era bastante visto.
De los militantes del Partido Comunista, quienes participaron en las
protestas.
Está Winston Alarcón,
Esmeraldas Gómez, María Espinoza que ya falleció, Yolanda Espinoza, hay una
lista que fue publicada. En realidad la mayor parte era gente de la Juventud
Comunista. De quienes estaban allí y ahora somos dirigentes estaban Winston,
Esmeraldas y yo.
Winston era bachiller, yo ya
era estudiante de la Facultad de Jurisprudencia. Winston era dirigente de la
FESE, ya era miembro de la Juventud Comunista. Con él se va escribiendo una
canción que hicimos allá en la penitenciaría dedicada al 29 de mayo.
Cuáles son los hechos que se dan ese 29 de Mayo
Ya se venía rumorando que con
la orden que había dado el Consejo Universitario prácticamente se esperaba de
un momento a otro el desalojo en la Casona. Además de la visita del
vicepresidente Zavala Baquerizo como a las 2 de la tarde. En realidad nosotros
teníamos armas, había que defenderse, entonces para que no vaya a usarse eso
como un argumento, sacamos todas las armas de la Casona más o menos como a las
5 o 6 de la tarde y el desalojo se produjo como a las 12 de la noche, con los
paracaidistas, que en esa época se estrenaban como cuerpo militar.
En buena hora mantuvimos la
calma, logramos que toda la gente esté agrupada por un lado, me acuerdo que yo
les hablé, y dije: “apenas veamos a todos los militares lo que tenemos que
hacer es levantar las manos, ahí siente como que han vencido”. Entonces como
que algunos compañeros se pusieron nerviosos, salieron corriendo; otros se
perdieron. Entonces fundamentalmente de ahí vinieron los muertos, porque al
verlos que salían en fuga o se escondían les disparaban por la espalda.
¿Los militares tenían la orden de matar a los estudiantes?
Ellos iban a desalojarnos,
pero no tenían ningún problema en matar; y nosotros fuimos testigo de eso, al
menos yo vi dos muchachos que los mataron por la espalda. Porque se pusieron
nerviosos cuando nos sacaban detenidos ellos salieron corriendo hacia el
hospital, y les dispararon. Y unos que se escondieron en el tumbado, los tipos
entraban dando bala a los que estaban escondidos allí, y murieron algunos. Esto
es una demostración de que los jóvenes comunistas siempre hemos estado a la
altura de las cosas.
Luego de la masacre que sucede
Comienza a darse una especie
de condena a esta masacre, y otras universidades comienzan por si solas a
disponer la abolición de los exámenes de ingreso; antes que la Universidad de
Guayaquil. Inclusive la casona quedo en manos de los militares, entonces
nosotros hicimos una nueva asamblea con los que estuvimos detenidos algunos
días. Después se hicieron algunas asambleas en la Casa de la Cultura, me
recuerdo.
Pero primero el Consejo
Universitario decidió abolir los exámenes pero para el próximo año lectivo,
hubo que seguir la pelea hasta logras nuestro objetivo.
Ahí la Universidad de
Guayaquil, pasó de 5000 estudiantes a 25000, en prácticamente cuatro años; pero
creo que para efecto de la democratización de la cultura fue importante, porque
muchos jóvenes llegaron a la educación universitaria y quizá no hubo las
suficientes reformas internas para asimilar esas cosas, simplemente se
convirtió en una cifra numérica, presupuestaria y nada más.
Hay hubieron algunas
falencias, no tuvo continuidad de ese movimiento desde el punto de vista
programático, desde el punto de vista de una verdadera reforma universitaria,
fue un avance, pero un poco se quedó en el camino.
44 años después, cuáles son las enseñanzas de aquel movimiento de Mayo.
Hay que retomar con fuerza la
tesis de la reforma universitaria, eso es urgente; los tiempos que está
viviendo el país, no puede darse el lujo de que la universidad este rezagada
frente a esos casos. Las universidades, si uno revisa, han pasado
acontecimientos importantísimos como la Asamblea Constituyente, y las
universidades casi no aportaron en nada al debate sobre estos temas, se fue
abriendo camino una suerte de privatización de la educación pública con las
llamadas carreras autofinanciadas que le han hecho extraviar más el camino.
Hasta la década del 70 las universidades reivindicaban para la sociedad, las
universidades acompañaban al pueblo en su lucha, después del 70 viene este
problema que las universidades tenía que reivindicar para sí mismo; la consigna
fundamental era presupuesto para las universidades. Esto ya significó un
alejamiento con respecto al pueblo. El pueblo ya no sentía como propia la tesis
de que haya más presupuesto para la universidad, más aún, cuando el grueso de
los hijos del pueblo siguen estando fuera de las universidades.
En la década del 90 ya se tomó
el camino de la privatización, ya no solamente las universidades reivindican
para sí mismos, para el tema del presupuesto; sino que al no tener éxito en la
demanda del presupuesto, comienza a reivindicar contra así mismo. Entonces los
presupuestos que no le entregaban los gobiernos ahora los comienzan a sacar las
universidades de los mismos estudiantes.
En el caso de la Universidad
de Guayaquil la mitad del presupuesto de operación y desarrollo lo pagaban los
alumnos y la otra mitad la pagaba el estado ecuatoriano, un porcentaje
altísimo.
Ahora con la disposición de la
gratuidad de la educación, nosotros vemos que si no hay dentro de cada universidad
un movimiento estudiantil que tenga bien claro los objetivos, esa gratuidad se
está quedando en el papel, porque fue tanto el avance que se hizo en contra de
la privatización. Son aproximadamente 1600 rubros que pagaban los estudiantes
en todas las universidades por distintos conceptos. Especies valoradas en la
Central de cinco dólares, en la Universidad de Guayaquil de un dólar y pico.
Una de las claves para que la
sociedad se desarrolle es fortalecer la educación.
¿Cuál es el papel que debe de tomar el Movimiento Estudiantil
actualmente?
Creo que debe de retomar la
combatividad, y sobre todo tener una plataforma de lucha muy clara. Nosotros no
podemos decir que luchamos por la democratización, esa ya es una generalidad.
No es posible que el movimiento estudiantil en la Universidad de Guayaquil, y
en el grueso de las universidades esté en manos de la derecha. El presidente de
la FEUE de Guayaquil acaba de salir electo Asambleísta por el Partido Social
Cristiano (PSC). Hace años aquí intervenía directamente el Consulado de los
Estados Unidos, había grupos de estudiantes financiados por el consulado
estadounidense que participaban en las elecciones y a veces ganaban.
Pero la movilización, la
combatividad la poníamos la gente de izquierda, entonces ahora hay un proceso
de desmovilización de los estudiantes, han creado el mecanismo para burlarse de
la gratuidad.
Los estudiantes terminaron
siendo clientes de las universidades y no miembros de la comunidad, es decir,
no bastó con la norma constitucional sino que desde adentro tiene que haber
alguien, un fuerza política que realmente haga respetar y sobre todo ponga en
tono con el momento histórico que vive el país.
Tenemos que ser firmes en
tomar posiciones, no podemos estar tratando de pasar desapercibidos, tenemos
que decir las cosas tal como son. El papel nuestro tiene que ser el de
movilizar totalmente a todas esas masas estudiantiles y conducirlas a la lucha
por la democratización de la universidad y la educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario