Existen motivos para señalar que la CIA intentó desde el 2012 propiciar
una división al interior del Partido Comunista del Ecuador
Desde que el Partido Comunista
del Ecuador firmara en el 2006 un acuerdo programático con el entonces
candidato a la presidencia del Ecuador, Ec. Rafael Correa, las fuerzas
retardatarias oligárquicas del país, han tratado de atacar a nuestro Partido,
amedrentar a nuestros dirigentes y buscar en el anticomunismo una estrategia de
manipulación en los diversos sectores de la sociedad, especialmente en los
jóvenes y los trabajadores.
Con las nuevas pruebas sobre la
infiltración de la CIA en el Ecuador, denunciadas por la cadena Telesur hace
pocas semanas, se comprueba que el imperialismo, busca todas las formas
posibles de resquebrajar los procesos progresistas en el continente y la
utilización de nuevas estrategias, para atacar a los gobiernos latinoamericanos,
e incidir en la fragmentación de las fuerzas sociales y políticas que la
componen.
El Gobierno del presidente Correa
ha sostenido varias veces que grupos vinculados a la CIA a través de ayuda
financiera de Estados Unidos viene actuando desde hace algún tiempo contra las
organizaciones revolucionarias en el continente. No es extraño pensar que la
intervención de la CIA esté determinada en Ecuador en propiciar la división al
interior del movimiento obrero, del movimiento campesino, de los partidos de
izquierda y en especial del Partido Comunista del Ecuador.
Desde el 2012 el Partido
Comunista venía sospechando ciertas acciones de división al interno de la
Juventud Comunista del Ecuador JCE, y ciertas actividades políticas que eran
ocultadas a la dirección del Partido, así como la realización de actividades
nacionales o provinciales, que generaban grandes recursos económicos y de
movilización pero que al PCE se le era negada su procedencia.
El Partido Comunista PCE tiene
fuertes motivos para pensar que el sector que fue expulsado de la Juventud
Comunista del Ecuador en el 2013 y que posteriormente se tomara el nombre de
nuestra organización y luego creara un seudo partido comunista ecuatoriano;
tiene las mismas características y una sola matriz con las que se creó el PCMLE
en 1964: la CIA. Es posible que elementos infiltrados en algunos sectores de la
política nacional, en el movimiento estudiantil en la Universidad Central, en
la Universidad de Cuenca; y determinados sectores de mandos medios del gobierno
nacional, alejados del proyecto político de unidad y radicalización del
proceso, hayan utilizado las mezquindades políticas de este sector descompuesto
de la dirección nacional de la JCE de aquellos años, para comenzar a trabajar
en una futura división del PCE.
Estas acciones no solo han sido
señaladas por nuestro Partido, organizaciones fraternas internacionales
cuestionaron y alertaron desde el 2012 al Partido Comunista de estas acciones
agenciosas del sector que fuera expulsado de la JCE. Partidos comunistas como
de Venezuela, Perú, Grecia o España mostraron su solidaridad y preocupación
ante aquellos hechos de división en la Juventud Comunista; el Partido Comunista
de México PCM, en nuestro acto del 90 aniversario de fundación del PCE, señaló,
en un documento, lo siguiente:
“Queremos expresar también que no cerramos los ojos a los intentos de
la burguesía y del imperialismo para destruir a cada partido comunista, y por
supuesto al PCE; en su día con el maoísmo, o con otras maniobras, la CIA y
otros organismos buscaron debilitar y destruir al PCE. Nunca hay que bajar la
guardia. Nos llama la atención que sectores de la burguesía hoy promuevan y
apoyen al falso “Partido Comunista Ecuatoriano” fundado sobre la base de un
grupo de renegados, gente sin vergüenza y sin principios, mercenarios que no
han dudado en traficar con la gloriosa historia del PCE. Son provocadores que
buscan deslegitimar el rol del PCE en momentos en que su accionar es de
fundamental importancia; buscan crear confusión en la lucha de clases en su
país, más también en el escenario internacional. Buscaron usurpar el papel de
la JCE en la FMJD y en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Sepan camaradas que en donde podamos denunciaremos el rol de provocadores de
ese grupo oportunista.”
Estas acciones de preparación y
de captación, son precisamente al movimiento juvenil y a sus dirigentes, donde
les presentan posibilidades de liderazgo político, con críticas al adulto
centrismo, metiéndole en su vocabulario
críticas al liderazgo del Partido, o de los sindicatos y la CTE donde pretenden
intervenir, maquinando reuniones con viejos elementos cuestionados de la
izquierda que fueron expulsados de los partidos revolucionarios, financiando
campamentos y propaganda política, sumando a jóvenes incautos con discursos
extremistas de la toma del poder aprovechándose de la rebeldía innata de los
estudiantes. Para la CIA el elemento juvenil es importante, el grado de
manipulación no solo es través de los medios de comunicación, de la música o de
la moda, la utilización de redes sociales es estratégica, el concepto de cambio
generacional tiende una red de tergiversación conceptual y manipulación
ideológica entre la multitud joven. Pero también a nivel de las universidades,
de los sindicatos, maniobrar y manipular para disipar la unidad política y
encauzarlos a la oposición o proyectarles por terceras personas, “recomendaciones”
para conducir una división interna en nuestra organización, son puntos que el
PCE tuvo que afrontar en estos años con este sector expulsado, hasta
reorganizar actualmente a la Dirección de la JCE. Estos intentos de golpes, de fraccionamiento
no solo el PCE ha tenido que enfrentar, la izquierda revolucionaria ha sufrido
el embate de la CIA, creando un nuevo partido y juventud socialista, otro MIR,
otro Pachacutec, etc.
La estrategia de la CIA tiene
como objetivo golpear desde dos frentes, desde los sectores de oposición para
crear mayor inestabilidad policía y social en el país; y desde su infiltración
en determinados sectores del gobierno y organizaciones sociales y políticas que
apoyan la revolución ciudadana, para resquebrajar la unidad, y utilizar los
intereses políticos de determinados sectores e individuos incentivando sus
agendas propias, para fragmentar y causar malestar en las organizaciones y
propiciar conflictos internos, que determinen a posterior una pugna interna de
liderazgo o dividir a las organizaciones revolucionarias, como hace algunos años
también se quiso hacer con la Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE,
desde una corriente supuestamente obrera pero que respondía a intereses
patronales de algunos sectores de la burguesía alineada con los gobierno
nefastos de Lucio Gutiérrez o Alfredo Palacio.
Desde el primer frente, la CIA ha
utilizado en esta nueva era a la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia
(NED) como herramientas de financiación a grupos de oposición, medios de
comunicación e instituciones públicas o privadas en América Latina para
desestabilizar los gobiernos progresistas. Los casos en Venezuela, Argentina y
Brasil son el mejor ejemplo de cómo estos sectores de oposición siendo
financiados por la USAID y la NED han promovido en los últimos años la
agitación social y oposición a las políticas de Gobierno. No es extraño que el
gobierno de Estados Unidos esté detrás del intento de golpe de Estado el 30S del
2010. Ya en el 2012, el presidente Correa amenazó con expulsar a la USAID,
luego de varios cuestionamientos sobre la financiar a grupos de oposición e
intromisión en asunto de la política nacional.
Pero también hay posibilidades en
crear otra estrategia, otro frente, a más de la infiltración a las
organizaciones sociales y ésta es, la de reclutar personas dentro de las
instituciones gubernamentales para romper al gobierno progresista desde
adentro, como lo fue en el caso comprobado por el Ministerio de Defensa en el
2008, en cuanto a la infiltración en la Policía Nacional por la embajada de Estados
Unidos. El Partido Comunista del Ecuador cree que puede haber otros sectores
estratégicos al interior del Estado que mantengan informantes y elementos que
estén contribuyendo a destruir el proceso político actual, frente a los cual
denunciamos y exigimos investigación y depuración al interior del gobierno.
El libro de Philip Agee,
publicado en 1975 conmocionó el ámbito mundial al contar las operaciones
secretas de la CIA en los países Latinoamericanos, en nombre de la seguridad
nacional y en la que reveló los planes y operativos de la CIA en Ecuador,
mostrando nombres de políticos y militares que apoyaron la Junta Militar de
Gobierno de 1963 y todas las acciones por destruir a las organizaciones
juveniles, revolucionarias y políticas de izquierda, entre ellas el PCE.
Así como los años 60 la CIA con
sus agentes infiltró en el PCE: Mario Cárdenas y Luis Vargas. Cárdenas a
órdenes de Mario Cabeza de Vaca y Vargas de Miguel Burbano de Lara, o Atahualpa
Basantes Larrea y Oswaldo Chiriboga al interior de la CTE como informantes de
la embajada. Hoy se pretende utilizar las mismas herramientas, y las mismas
acciones para tratar de detener el impulso del Partido Comunista, formando un
partido de jóvenes, sin bases obreras ni sociales, para desarticular todo intento
de unidad, y de fuerza en las organizaciones revolucionarias para radicalizar
el proceso político actual, impulsando una verdadera unidad política y social
que desarrolle condiciones hacia el Socialismo.